La evolución de la esquizofrenia está condicionada por
distintos factores, de los cuales destaca el entorno socio-laboral y familiar y
la continuidad del tratamiento instaurado, tanto farmacológico como
psicoterapéutico es un método crónico,
pero con buena respuesta al tratamiento dado que es un trastorno complejo.
La psicoterapia de apoyo puede ser útil para muchas personas
con esquizofrenia. Las técnicas conductistas, tales como el entrenamiento de
habilidades sociales, pueden ayudarle a la persona a desempeñarse mejor en
situaciones sociales y laborales. El entrenamiento en el trabajo y las clases
de fortalecimiento de las relaciones también son importantes.
En la actualidad la esquizofrenia se trata fundamentalmente
con determinados medicamentos, llamados antipsicóticos. Los antipsicóticos son
los fármacos de primera línea utilizados en el tratamiento de la esquizofrenia
y de las enfermedades relacionadas con ella. Inicialmente se llamaron
tranquilizantes mayores o neurolépticos, en oposición a los «tranquilizantes
menores», conocidos ahora como ansiolíticos, por su capacidad para producir
determinados efectos secundarios neurológicos.
Antipsicóticos Clásicos
Destacan la cloropromazina
y el haloperidol a pesar de haber
supuesto una importante revolución a nivel terapéutico al permitir el
tratamiento de los pacientes diagnosticados de esquizofrenia a nivel
ambulatorio y no a nivel hospitalario su eficacia era parcial, y un 20-40% de
los pacientes no muestran una adecuada respuesta al tratamiento.
Además, incluso en aquellos pacientes que responden a la
medicación, esta presenta una baja efectividad, casi nula, sobre la
sintomatología negativa. Por otra parte, el 35% de los pacientes tratados con
estos fármacos recaen cada año, pese a no abandonar la medicación. Este grupo
de antipsicóticos presenta una tasa de reacciones adversas alta, de gravedad
muy variable, que obliga, en un porcentaje bastante alto de los pacientes, al
abandono de la medicación y su sustitución por otros medicamentos.
Antipsicóticos atípicos
Tienen mejor perfil de actividad y menor tasa de efectos
secundarios. Además, son efectivos en pacientes refractarios a los
antipsicóticos clásicos.
Son medicamentos como
clozapina, olanzapina, Actúan bloqueando a la vez receptores neuronales
dopaminérgicos y serotoninérgicos. Las reacciones adversas principales de este
grupo de antipsicóticos son la sedación y el aumento de peso. Bajada de la
tensión al incorporarse del estado tumbado a la verticalidad.
Los antipsicóticos
con actividad sedante intensa, principalmente las fenotiazinas, son empleadas
en fases agudas de agitación del paciente.
Tratamiento Psicológico.
El tratamiento psicológico es tan importante como el empleo
de fármacos. En este tratamiento se trabaja tanto a nivel individual, como en
el ámbito familiar, incidiendo sobre aquellas facetas del paciente que se
encuentren deprimidas o más afectadas. Estos tratamientos se dividen en función
de la fase en la que se encuentre el paciente (aguda o estable), y se suelen
focalizar principalmente en los siguientes aspectos (terapia psicológica
integrada):
§
Diferenciación cognitiva: se trabajan
habilidades de atención y formación de conceptos verbales.
§
Percepción social: el paciente describe e
interpreta el estímulo social y discute el sentido de la interacción.
§
Comunicación verbal: se adquieren habilidades de
conversación.
§
Solución de problemas: interpersonales y su
aplicación a la vida diaria.
§
Trabajo de situaciones psicóticas: delirio paranoicas,
conductuales y terapias de cumplimiento: se entrena al paciente en la gestión y
manejo de los síntomas positivos y en la prevención de recaídas.
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