Uno de los grandes motivos por los cuales se realiza este
proceso investigativo es para poder
saber más de lo mismo, es para comprender y entender más acerca de
nosotros mismos e ir a fondo sobre el conocimiento de las enfermedades mentales y en especial la
esquizofrenia. La esquizofrenia es considerada una enfermedad del neurodesarrollo
por muchos autores. Saber si en los pacientes hay variantes morfológicas
producidas durante el desarrollo de áreas anatómicas diferentes al cerebro y
entender la relación de esas variantes con el desarrollo cerebral o con la
exposición prenatal a posibles noxas, podría dar pistas sobre los eventos que
llevan al trastorno.
“Según la Organización Mundial de la Salud 52 millones de
personas en el mundo sufren esquizofrenia, un trastorno psiquiátrico que se
manifiesta de forma específica en cada paciente y que precisa un tratamiento
individualizado”.
La esquizofrenia se
clasifica como un trastorno psicótico, y el modelo que los clínicos describen
con mayor frecuencia es el de un trastorno psicótico que se debe principalmente
a una función anormal de la dopamina. Este modelo ha dominado las ideas acerca
del trastorno durante décadas.
El concepto de que la
esquizofrenia es un trastorno exclusiva o principalmente psicótico también es
algo engañoso. La psicosis forma parte de la esquizofrenia, pero lo mismo
ocurre con otros síndromes neuropsiquiátricos, como la depresión, el abuso de
sustancias y los trastornos de ansiedad. El deterioro cognitivo (dificultades
de memoria, atención, función ejecutiva, etc.) es generalizado y afecta a
muchos dominios cognitivos, puede preceder al inicio de la psicosis y es un
potente factor predictivo de la función. Los deterioros cognitivos se
identifican también en los familiares de los casos iniciales de esquizofrenia
diagnosticados; algunas anomalías se han utilizado como endofenotipos para
explorar la genética de la esquizofrenia, y estos deterioros han pasado a ser
objetivos terapéuticos para las compañías farmacéuticas. Otra de las
debilidades del concepto común de esquizofrenia es que se piensa que es
exclusivamente un cerebro enfermo. Sin embargo, no ha habido evidencia de
muchos años que, como grupo, las personas con esquizofrenia tienen un número de
sutiles variantes anatómicas que sólo pueden ser explicadas como formación
anormal de los órganos durante gestación. No se trata de anomalías confinadas a
la cabeza y cuello, pero incluyen malformaciones en los dedos de los pies, el
plexo venoso de las uñas, huellas digitales, y otros. Los pacientes con
esquizofrenia también tienen una vía de desarrollo distintivo, con el
nacimiento de baja peso y una complexión delgada desde la infancia hasta
principios de la vida adulta.
(Idania Mendoza)
Historia
La idea de locura ha existido desde tiempos antiguos. Los
primeros datos que pueden estar relacionados con síntomas psicóticos son desde
el 2000 a. C. Sin embargo, un estudio reciente de la literatura de la Antigua
Grecia y Roma mostró que, mientras la población general probablemente tenía
conocimiento de los trastornos psicóticos, no había ninguna condición
equivalente al moderno criterio de diagnóstico de esquizofrenia en aquellas
sociedades.
Antes de 1.800
Son muy raros los testimonios de síndromes similares a la
esquizofrenia en la historia anterior a 1800 aunque los relatos de
comportamientos irracionales, ininteligibles, o descontrolados sí eran frecuentes. Una revisión de la
literatura de la Antigua Grecia y Roma indica que si bien se ha descrito la
psicosis, no son relatos que reúnan los criterios para la esquizofrenia. En la
literatura médica se observaron creencias y comportamientos psicóticos raros,
similares a algunos de los síntomas de la esquizofrenia. Dadas las escasas
evidencias históricas, la esquizofrenia, al menos con la frecuencia con que se
encuentra hoy, puede que sea un fenómeno moderno, o, alternativamente, puede
haber permanecido oscurecida en los textos históricos dentro de conceptos
relacionados, como la melancolía o la manía.
Demencia Precoz
La esquizofrenia como entidad nosológica tiene una historia
en realidad muy reciente. En 1853, se acuñó el término demencia precoz, para
describir un trastorno mental que afectaba a adolescentes y adultos jóvenes y
que conllevaba con el tiempo a un deterioro del funcionamiento mental y a la
discapacidad del sujeto, en contraposición con la demencia clásica asociada a
la senilidad.
Se creía que la demencia precoz era fundamentalmente una
enfermedad del cerebro, una forma particular de demencia, que se distingue de
otras formas de demencia, tales como la enfermedad de Alzheimer, que suelen
ocurrir más tarde en la vida. Fue poco a poco ganando aceptación, hubo
objeciones a la utilización del término demencia, pese a los casos de
recuperación, y apologética a favor de algunos de los diagnósticos que
sustituyó, tales como la locura del adolescente.
Esquizofrenia
Años más tarde se puso de manifiesto que el trastorno
descrito como “demencia precoz”, no llevaba necesariamente a un deterioro de
funciones mentales como en la demencia senil tipo enfermedad de Alzheimer;
muchos pacientes sí mejoraban y además, ocasionalmente debutaba en personas
maduras. Fue entonces cuando sugirió la palabra esquizofrenia para referirse a
una división de los procesos psíquicos consistente en la pérdida de
correspondencia entre el proceso de formación de ideas y la expresión de
emociones y para diferenciarlo de la enfermedad maníaco-depresiva, en donde la
expresión de las emociones de los pacientes reflejan con precisión sus
pensamientos mórbidos. Hizo hincapié en que el trastorno fundamental era el
deterioro cognoscitivo y lo conceptualizó como una división o escisión en la
capacidad mental y propuso entonces el nombre con el que se conoce el trastorno
hasta hoy.
Presente
El término esquizofrenia es comúnmente mal interpretado,
dándole el sentido de que las personas afectada tienen una doble personalidad.
Aunque algunas personas con diagnóstico de esquizofrenia pueden escuchar voces
y pueden vivir las voces como personalidades distintas, la esquizofrenia no se
trata de una persona que va cambiando entre distintas personalidades múltiples,
los criterios diagnósticos de la esquizofrenia fueron objeto de una serie de
controversias que eventualmente llevaron a los criterios operativos utilizados
hoy en día.
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